Punta Corral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . a Maru Herrera... una lágrima rueda la mejilla del cerro
(¿o pensabas que las montañas no lloraban?)
se lloran penitentes cardones, apachetas, cabras...
¿Cuanto dura una lágrima bajo el sol del Norte?
La bandera de la escuela dialoga con las pircadas.
Grito manso de mate cocido, pacha-tierra como brasa
... y como una caricia con murmullos de estrella,
un arroyuelo refresca la comisura de la quebrada
boca silenciosa-beso de kms, larga larga luna de agua.
"no me hagas un puente, sobre esta,
la espalda de argento, de mi álgido cuerpo"
discute el arroyuelo con obreros de Vialidad
"que me crucen como antaño, al paso prudente
de las notas de un moxeño..."...y coplea:
"Ay vidita! cruza, cruza hasta mí en Navidad"
¡Ay vidita! ...si vamos a procesionar,
si vamos a ser muchos ladera arriba, lágrima morenita
si vamos a sikurear, virgen que nos das y que nos quitas...
A hombro y desde el valle sube nuestro esfuerzo
cruzando el arroyo sin puentes en senderos ni cielos
arroyo color de estrellas, siete vueltas, siete sueños
La escuelita no dicta clases su campana no tañe
se han ido todos taika-tierra con su fé, y sus penas,
al abra del mundo y de las llamas que vigila Coquena
Punta Corral se llena de pisadas y de rezos
¡A hacer noche en lo más alto, Padre Nuestro!
y que pueda, tocar 3 veces las 3 Marías, con mis dedos.
Y las fogatas, como si quisieran incendiar al cerro,
y el arroyuelo, que duerme su escarchado silencio
y el Ira y el Arca de mi sikus, que contiene el aliento...
¡Y Ay Vidita! ¡Sígueme, sígueme!
¡Tanta-sarañani! ¡Sube hasta el cerro!
Que la impronta de la morenada luna
deja en tus ojitos, reflejos de nácar...
sonido de cielo.
Héctor Urruspuru es poeta. Publicó el libro Brevario, co-dirige la hoja de poesía El Aullido y desconduce el ciclo de poesía Maldita Ginebra en el barrio del Abasto.